Como todo invento complejo, el cine surgió como fruto maduro tras una
acumulación de hallazgos y experiencias diversas, pero los historiadores se han
puesto de acuerdo entre sí, para establecer que a Louis Lumiere, le corresponde
el privilegio de efectuar las primeras proyecciones públicas y afortunadas,
valiéndose de un aparato patentado el 13 de Febrero de 1895 como "aparato que
sirve para la obtención y visión de pruebas cronofotográficas". El secreto del
invento residía, en realidad, en un sencillo mecanismo (grifa excéntrica), que
permitía el arrastre intermitente de la película, dispositivo que se le ocurrió
durante una noche de insomnio a Louis. Al aparato lo denominó Cinematógrafo (del
griego, kinema, movimiento y grafein, escribir).
El aparato de Lumiere era el más simple y perfecto de los construidos hasta la
fecha: Servía indistintamente de tomavistas, de proyector y para tirar copias.
Funcionaba accionado por una manivela que arrastraba la película (fabricada por
Lumiere, con el mismo formato de Edison), a la cadencia de 16 imágenes por
segundo (esta cadencia no se estabilizó hasta después de 1920,con la
incorporación de motores a las cámaras, para alcanzar las 24 imágenes por
segundo al llegar el cine sonoro). Al afrontar con éxito desbordante la prueba
de la exhibición pública, el invento de Lumiere cerró definitivamente el período
de las experiencias de laboratorio, y dio remate a un cúmulo de búsquedas,
realizadas en Europa y América, para conseguir "la gran fábrica de sueños"... La
magia del cine... "El guión cinematográfico,
es quizás el único lugar donde la traición puede considerarse como un acto de
libertad creativa. Ser irreverente, no someterse al original para penetrar sin
ataduras en el universo de las imágenes, nos propone José Pablo Feinmann,
escritor, filósofo, guionista, traidor."
Conviene antes que nada diferenciar entre las publicaciones del guión de la
película propiamente dicho (el texto base del que se valió el director para
rodar el film que pudo sufrir infinidad de variaciones durante el mismo), las
del découpage (una vez terminada la película, una tercera persona se encarga de
transcribir las acciones, diálogos y acotaciones técnicas definitivas) y las
novelizaciones (la película hecha novela). A efectos de un estudio riguroso de
la concepción del film, interesan las dos primeras modalidades, y, más aún, su
confrontación. En Francia, la revista mensual L'Avant-Scène Cinéma publica
desde hace años el decoupage de filmes principalmente europeos, acompañados de
abundantes fotografías, estudios, bibliografía y reseñas periodísticas del
momento de estreno de la película. Además, en bastantes ocasiones el decoupage
es acompañado por el texto del guión original. Más completos aún si cabe
son los libros de la editorial estadounidense Rutger's Film in Print, que lo
tienen absolutamente todo en torno a la película. La selección de filmes es
además exquisita y la presentación impecable. Otras editoriales que,
aunque quizás no de manera tan completa, también publican guiones son: Wisconsin
/ Warner Bros Screenplay Series (exclusivamente películas de la Warner Bros) y
Faber and Faber Limited, que también editan interesantes libros de directores,
de entrevistas con ellos y estudios de su filmografía.
En lo que a España se refiere, tenemos los guiones en castellano de la revista
Viridiana, los de Alma Plot y los descatalogados de Alianza. La función de los
guionistas varía de modo sensible según el tipo de película de que se trate. Un
guionista puede ser contratado para desarrollar una idea o para adaptar una
novela, obra de teatro o musical. El primer paso para escribir un guión consiste
en hacer una sinopsis breve del argumento. Después se hará un tratamiento, es
decir, la descripción detallada de la película, con algunos diálogos y con el
contenido específico de cada una de las secuencias. Si se aprueba, el guionista
podrá escribir el guión o libreto, con los diálogos completos y la descripción
de las secuencias, escenas y planos. En algunas ocasiones, el guión también
indica los movimientos de cámara y el montaje (en este caso se denomina guión
técnico), pero este cometido suele ser ya tarea del director. A diferencia de
una obra de teatro, los derechos del guión se suelen comprar en su totalidad,
por lo que los productores pueden hacer lo que quieran con él.
[ Colaborado por: Rosario Garcia como modo de colaboración
para Agendistas.com
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