La expresión burbuja inmobiliaria en España hace referencia a la
existencia de una burbuja especulativa en el mercado de bienes inmuebles en
España. El principal síntoma de la misma es el incremento anormal de los precios
muy por encima del IPC, incrementos que se explican principalmente recurriendo a
factores externos, como la especulación.
Otros síntomas serían un elevado número de bienes inmuebles construidos y una
gran cantidad de operaciones de compra-venta, todo ello unido a un
extraordinario desarrollo del crédito.
La burbuja ha tenido su inicio en 1998 y se ha prolongado hasta agosto de 2007,
manifestándose principalmente en una elevación sostenida de los precios superior
al 10% anual y llegando en algunos años hasta cerca del 30% anual según pone de
manifiesto los informes elaborados por el portal español inmobiliario
Idealista.com.[1] La burbuja inmobiliaria en España sería una de las causas que
explican el comportamiento reciente del mercado inmobiliario en España,
ofreciendo una previsión de su evolución futura. El resultado de la explosión de
la burbuja puede ser una brusca caída de los precios en el corto plazo, que
según la ASPCE[3] parece que, desde septiembre de 2007, ya se está produciendo y
que podría estar provocada por la salida de los especuladores del mercado al
alcanzar un precio máximo por metro cuadrado, y por la incapacidad del mercado
para absorber la enorme oferta de vivienda construida y vacía disponible. El
cambio de ciclo inmobiliario español (e internacional) habría tenido lugar a
partir de la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos en agosto de
2007.
Otras teorías, que el tiempo parece haber desmentido,[4] consideraron que la
especulación no habría tenido una influencia tan importante en la evolución de
los precios, y que ésta se habría debido a otros factores tales como la
demografía o la evolución de los tipos de interés y su repercusión en la
capacidad económica de las familias. Según estas teorías, estos factores habrían
incrementado de forma notable la demanda de bienes inmuebles, incrementando en
consecuencia los precios del mercado que ya habrían rebasado el punto de
equilibrio.
[ Colaborado por: Rosario Garcia como modo de colaboración
para Agendistas.com
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