La belleza es un concepto / cualidad abstracta y subjetiva (lo que
para unos es bello para otros puede no serlo) presente en la mente de los
seres humanos que produce un placer intenso, y proviene de manifestaciones
sensoriales o ideales. Podría definirse como: El esplendor de la forma a
través de la materia, las ideas o de las sensaciones. La percepción
sensorial cognitiva que estimula un patrón aprendido de armonía al percibir una
entidad física que nos produce una sensación de placer; puede ser
auditiva(escuchar una pieza musical o una voz agradable asociada a una persona
querida); o bien, visual (ver un(a)
modelo de armoniosa figura o un paisaje cuyos componentes nos dan serenidad,
grandeza, solemnidad y agrado). Los otros sentidos como el tacto, el gusto y el
olfato no tienen tanta relación con este aprendizaje.
En su sentido más profundo, la belleza puede engendrar una experiencia emanada
una reflexión positiva sobre el significado de la propia existencia de alguien.
"Un objeto bello" es algo que revela el significado personal. Enseñanzas
religiosas y morales a menudo enfocan la divinidad y la virtud de la belleza, y
afirman la belleza natural como un aspecto de espiritualidad y verdad... En la
antigüedad clásica ya se encuentran datos más concluyentes acerca de la belleza,
como estudios y reflexiones. Por aquel entonces la belleza constituía una
cualidad que hacía que algo nos pareciese bello. A esta cualidad se le llamó
armonía. También aparecieron los primeros cánones de belleza que indicaban
cuáles tenían que ser las proporciones idóneas para que un cuerpo se viese
bello. En general, la belleza se percibía desde un punto de vista objetivo. Esta
percepción de la belleza se siguió manteniendo en la Edad Media. Como
consecuencia del auge del cristianismo de esa época, la belleza dependía de la
intervención de Dios. De modo que, si se consideraba bello algo, es porque había
sido una creación divina.
La belleza material era externa, física o sensible. Esta cualidad se marchita
con el tiempo. La belleza espiritual no se marchita con el tiempo, sino que
permanecía en nuestro interior. Son cualidades como la bondad, el amor, la
simpatía, etc. Con el paso del tiempo llegó otra nueva etapa en la historia en
el trayecto de la belleza. Estamos hablando del Renacimiento. Muchos autores
están de acuerdo en que el concepto de belleza volvió a ser el de la antigüedad
clásica, porque se empezaron a tomar valores de aquella época que se habían
perdido en la Edad Media. Uno de estos valores fue la concepción más naturalista
de la belleza, que sirvió de inspiración a los artistas de la época. Muchos
autores consideran que la belleza es lo que resulta agradable a los sentidos y
que por consiguiente causa placer, pero no todo lo que nos causa placer tiene
por qué ser bello. El contrario de la belleza es la fealdad, que estimula el
descontento y engendra una percepción profundamente negativa del objeto.
[ Colaborado por: Rosario Garcia como modo de colaboración
para Agendistas.com
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