¿AUTORIDAD VIRTUAL?. Hoy en día el uso del dinero electrónico es mínimo. No
obstante, su potencial de desarrollo y crecimiento plantea serias interrogantes
en torno a si las autoidades monetarias no serán tomadas por sorpresa, antes de
contar con mecanismos de regulación y control adecuados. Si el
dinero virtual ir´s y vendrá sin que
nadie lo vea, se cree que delitos como lavado de dinero, evasión fiscal y fuga
de capitales serán más fáciles de cometerse. De hecho, se dice que México fue el
protagonista, en el triste y famoso diciembre de 1994, de la primera fuga de
capitales electrónicos. Aunque bancos y empresas de software trabajan en la
difícil tarea de minimizar en lo posible estos delitos, no hay ningún método
infalible. Por lo pronto, los mecanismos de certificación y verificación
bancaria fungirán como un arbitraje de los desplazamientos de capitales masivos,
para evitar en lo posible que otra crisis financiera, como la ocurrida en
México, tenga resonancia mundial dada la integración en los mercados
financieros.
Para que el cuadro quede completo, es de vital importancia que el surgimiento de
nuevos mecanismos de operación electrónica vaya acompañado de una eficiente y
confiable sistema de leyes y regulaciones, que protejan el patrimonio de los
ahorradores, inversionistas, y clientes de servicios bancarios. Todo desarrollo
nuevo lleva un riesgo y el deber de las empresas tecnológicas, los bancos y las
autoridades monetarias es reducirlo a su mínima expresión. Economistas
consultados de la UNAM, el ITAM y el Banco de México, dijeron no tener
conocimiento de la existencia de su estudio en iniciativas que apunten a la
regulación de la seguridad que debe tener el dinero electrónico. Banco de
México, el responsable de cuantificar las operaciones monetarias del país, ni
siquiera tiene contemplado a nivel de investigación el problema de cómo va a
controlar el digital-cash de los mexicanos, sobre todo de las empresas, que
hagan susu compras y transferencias por Internet.
A nivel mundial las cosas no son muy sistintas en términos prácticos, aunque ya
hay un fuerte interés de los bancos centrales y las autoridades monetarias por
el tema. Recientemente, el Banco Internacional de Pagos, el banco central de los
bancos centrales en los países desarrollados, empezó a considerar los riesgos de
la generalización del uso del dinero electrónico, tanto para la aplicación de
políticas monetarias como para evitar desequilibrios en los mercados
financieros. En fin, estos y otros problemas habrán de resolverse antes que
comienze el caos de el dinero electrónico. Después de conocer todos estos
avances tecnológicos que supuestamente nos harán la vida mucho más fácil,
podemos concluir que sí, en efecto, nuestras vidas serán más sencillas con estos
nuevos métodos de comunicación, pero solo cuando se tenga un conocimiento sólido
de la computación, Internet, y todos los demás tecnisismos requeridos para
entender este mundo. Otro problema que presenta esto es que no todo el mundo
tiene computadora, y mucho menos un módem y acceso a Internet. Esto sólo se ve
en países desarrollados como EUA o Alemania. ¿ Pero que pasará con los demás
países menos desarrollados como México? ¿Se irán incorporando a este nuevo mundo
o serán víctimas del abuso por los países desarrollados para compartir esta
tecnología?
Bueno, supongamos utópicamente que tenemos y dominamos todos estos conocimientos
que necesitamos para incluirnos en las telecomunicaciones de vanguardia.
Supongamos, otra vez utópicamente, que todas la personas, o por lo menos la
mayoría, en el mundo (incluyendo países sub-desarrollados) tienen una
computadora moderna, un módem “de los buenos”, y acceso a Internet. O.K. Según
nuestras suposiciones, todas la personas en el mundo ya están unidas en una
gigantesca red electrónica y la dominan. Pero, no todas las personas tienen
intenciones buenas. Algunas personas oportunistas buscan siempre el dinero
fácil, y a menos de que se desarrolle un método pefecto y libre de fallos de
seguridad para controlar las transacciones electrónicas (que a mi gusto, es
imposible) estas personas con intenciones malas aprovecharan esos agujeros en la
seguridad de la red para hacer fraudes bancarios, lavado de dinero y otras
acciones ilegales. Claro, sin olvidar que al hacer esto podrán perjudicar desde
a un simple cliente de un banco que recibe cuentas de algo que él nunca compró,
hasta una empresa que se tiene que declarar en bancarrota porque sus fondos que
tenía en una cuenta de un banco desaparecieron de un día para otro sin aviso
alguno, mientras que una persona está en camino a el Caribe con su fortuna hecha
simplemente con detectar un fallo en la seguridad de un banco y apretar un botón
en el teclado de su computadora. Mis preguntas son: ¿Será posible llegar a una
perfección en las transacciones electrónicas? ¿Será seguro y confiable? ¿Tanto
avance tecnológico será para el beneficio de la humanidad entera o para solo
algunos pocos?. Espero encontrar respuestas para todas mis preguntas.
Colaborado por: Lucy Hernández de Metía, como modo de
colaboracion para Agendistas.com
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