UNA CUENTA MULTIPLE. Son las transacciones diarias de compra y venta de
bienes y servicios (para las que solo usamos monedas y billetes) las que se
reducirán a sólo oprimir un botón de nuestra computadora personal o bien pasar
una tarjeta por un lector de cinta magnética o microcircuito. Hace 20 años, la
aparición de la tarjeta de crédito
representó un paso crucial para la globalización y simplificación de las
operaciones financieras.
Posteriormente aparecieron otro tipo de servicios tales como la tarjeta de
débito ( la famosa Electrón) con la que lo mismo se puede pagar que invertir, o
bien, disponer de efectivo en cualquier cajero automático. El siguiente avance
no representa otro pequeño paso, sino un salto de altura que afectará por
completo las actividades cotidianas de empresas y particulares por igual. La
tecnología de servicios bancarios apuesta a una sola tarjeta con la que podrán
realizar todas las operaciones: tarjéta de crédito, tarjeta de débito, cuenta de
cheques, inversión y monedero electrónico. Cada servicio tendrá su clave y se
podrán realizar transacciones entre ellas lo mismo que por el teléfono
tradicional, que por el teléfono celular o a través de la computadora pesonal.
El monedero elecrónico de la tarjeta múltiple será recargable, toa vez que su
dueño pueda ordenar transferencias por cantidades módicas de su cuenta de
ahorros o inversión.
ADIOS A LA MORRALLA
Aunque para tener este tipo de servicios universales será necesario entrar al
siglo XXI y al primer mundo, podremos disfrutar muy pronto de su “antecesor”: la
tarjeta monedero electrónica. Aunque como tal aún no opera en ningún mercado del
mundo, será a partir del segundo semestre de 1997 o principos de 1998 cuando las
principales empresas de servicios financieros mundiales realizarán las primeras
pruebas para introducirla al mercado. En esta primera etapa, el monedero
electrónico no será otra cosa que una tarjeta con un valor determinado que podrá
ser desechada cuando se agote, igual que como hacemos con las tarjetas Ladatel
de los teléfonos públicos. Centros comerciales, restaurantes y hoteles serán los
primeros en recibir este tipo de pagos. Más tarde se podrá pagar con estas
tarjetas más y más servicios como el metro, el autobús y el taxi, el cine y
hasta un refresco en una “tiendita” de la esquina. Para ello, claro, cada
comercio deber´ña contar con un aparato lector en el que se irá acumulando el
valor de las ventas del día, sin necesidad de manejar algún tipo de efectivo. Colaborado por: Lucy Hernández de Metía, como modo de
colaboracion para Agendistas.com
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