Una unidad fundamental de la organización, el equipo o grupo de trabajo,
puede ser el centro lógico del mejoramiento de la eficacia de la organización.
Las actividades relativas a la formación de equipos para el desarrollo
organizacional mejoran la actividad de los equipos y el sentido de participación
entre sus miembros. La formación de equipos puede dirigirse a dos tipos
distintos de equipos o grupos de trabajo: primero, un equipo actual o permanente
integrado por un gerente y sus
subordinados, a menudo llamado grupo familiar; y segundo, un nuevo grupo que
puede crearse a través de una fusión o algún otro cambio estructural de la
empresa o constituirse para resolver un problema específico; a este grupo lo
llamamos especial.
Para ambos tipos de grupos, las actividades referentes a la formación de equipos
se proponen diagnosticar las barreras de un buen desempeño del grupo, mejorar la
realización de las tareas, las relaciones entre los miembros del equipo y los
procesos operacionales de éste, como son la comunicación y la asignación de
tareas. La tabla sintetiza esas actividades para grupos familiares y especiales.
Las reuniones de diagnóstico pueden incluir a todo el grupo o bien a varios
subgrupos , requiriendo a veces poco tiempo para identificar las fuerzas y las
áreas problema. La formación de un equipo exige una reunión posterior más larga;
lo ideal será que se celebre fuera del lugar de trabajo. El consultor entrevista
a los participantes de antemano y organiza la reunión en torno a temas comunes.
El grupo pasa a examinar las cuestiones, las clasifica por orden de importancia,
estudia la dinámica en que se basan y escoge un curso de acción para introducir
los cambios que juzgue necesarios. En una reunión de seguimiento, que se
celebrará tiempo después, se evaluará el éxito de las medidas aplicadas. Colaborado por:
Sheila Rodriguez, como modo de
colaboracion para Agendistas.com
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