Los contadores se han visto frente a numerosos problemas a lo
largo de estos años, y uno de los más dificultosos y polémicos ha sido el de
la valuación, en los estados financieros, de los bienes, servicios y
recursos adquiridos en las transacciones
empresariales. La contabilidad se basa en el principio de los costos históricos,
es decir, las adquisiciones de los activos recién señalados se registran en las
cuentas a su costo, definiendo a este último como el precio del intercambio o de
la transacción.
El uso del principio de costos históricos ha estado sujeto a revisiones muy
diversas. Tiene a su favor el hecho de ser algo definido y objetivo, es decir,
el uso del costo y de los precios de intercambio da origen a valuaciones
objetivas resultantes de la negociación entre dos partes independientes, el
comprador y el vendedor. Además, puede señalarse a su favor que se lo puede
verificar mediante cheques cancelados, contratos, facturas y documentos
semejantes. Los que critican al principio de costos históricos señalan que el
uso de la base de costo de manera subsecuente a la adquisición del activo de
origen a valuaciones no actualizadas de los activos y, distorsiona las cifras de
utilidades, esto último por virtud de que los cálculos de depreciación y
amortización se basarán en el costo.
Principio de objetividad. El principio de objetividad, mismo que expresado
en forma sencilla estipula que la información contable debe estar libre de
prejuicio y ser susceptible de verificación por parte de terceros
independientes, como los auditores externos. Los estados financieros
resultantes, por lo tanto, reflejarán un punto de vista razonable y neutral
acerca de las actividades de una empresa. Es aconsejable un elevado grado de
objetividad, pero a la vez resulta difícil. eliminar de las mediciones contables
todos los criterios y las opiniones personales. En la medida de estimaciones y
las decisiones correspondientes sean razonables y efectuadas por personas
competentes, además de ser verificables, cabrá considerar que se ha llevado a la
práctica el principio de objetividad, dentro de lo posible.
[ Colaborado por: Rosario Collado Mafius, como modo de
colaboracion para Agendistas.com
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